domingo, 28 de octubre de 2012

Votar o No votar, esa no es la cuestión...

Hoy, como muchxs chilenxs, tendría la oportunidad (no el derecho) de votar. No lo haré. Vivo en el extranjero y ya no tengo esa oportunidad, a pesar de ser chileno y de haberme inscrito solito, sin ninguna coacción mediante, en el registro electoral de mi comuna antes de cumplir los 18 años.
Podría decir que a los 17 años estaba desesperado por votar, porque creía que estaba participando de algo. Aún lo creo, creo que efectivamente se participa de algo, pero no creo que sea una "fiesta de la democracia" (¿quién va a una fiesta con militares armados?), ni tampoco creo que sea un evento fundamental para las democracias e incluso puedo pensar que ni siquiera es tan relevante. Pero me gusta votar, me gusta irme en bicicleta silbando el pueblo unido a mi local de votación y entrar pensando si realizaré un voto válido (esos que nunca ganan) o si escribiré algún insulto para que lo lean los vocales de mesa... Y vuelvo a casa y estoy pendiente de los resultados, me gusta saber los computos, cuánta gente votó y por quién, qué regiones siguen siendo tan fachas como siempre y pequeñas luces de lugares en que no gana el que tenía que ganar.
Precisamente el problema de las votaciones es que son un evento, lo que se traduce en que la participación, más bien, la única forma de participar legitimada por todos los sectores, es un evento. Es un evento sin continuidad, un cheque en blanco para cada candidato elegido, es como decir "ey! hasta los próximos 4 años te vuelvo a hablar!"
Y justamente es en estos momentos en que todos se acuerdan de la democracia... y reducen la democracia al voto y se atreven a decir "si no votas, no opines", una frase que representa perfectamente el concepto de democracia que tenemos en Chile. Herencia de la dictadura, pero tan bien utilizado hoy en día por todos quienes detentan el poder de izquierda a derecha (si es que convenimos que hay izquierda).
Está claro que todxs están asustadxs, no saben si esos miles nuevos posibles votantes, en su mayoría jovenes, asistirán hoy a las urnas, el miedo de todos los sectores genera esta "violencia democrática". ¿Quién quiere participar de una "fiesta" coaccionado?¿Cuántas elecciones han habido desde la vuelta a la democracia y aún se mantiene la constitución del 80?¿A nadie se le ocurre acaso abrir canales de participación efectivos y directos para tener una democracia plena? Claro que se sabe cómo, pero nadie lo desea, al menos nadie que esté ahí y creo que la gran mayoría de los candidatxs que hoy ganarán las elecciones están del lado "si no votas no opines", porque la soberbia en nuestro país es tan grande como la majestuosa y blanca montaña, sólo que, a diferencia de la montaña, promueve la discriminación de quienes no quieren participar del juego viciado. Eso también es una opción política y un derecho humano, se llama objeción de conciencia y se traduce en no participar de algún acto, hecho o proceso que violente mis convicciones éticas o filosóficas.
Cambiemos el eslogan por "Si votas, no hables webadas"
:-)


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